La comida es uno de los grandes placeres de la vida, pero algo
bueno en grandes cantidades puede ser perjudicial para tu salud. Una
alimentación sana es la clave: una dieta equilibrada es tanto deliciosa como
buena para ti.
Una dieta
nutritiva es una buena combinación de proteinas (carne, pescado, lentejas, huevos
y nueces, por ejemplo), carbohidratos (como
arroz, pan y trigo) y grasas (queso,
aceite, mantequilla y frutos secos), además de una gran variedad de vitaminas (A, B, E) y minerales (por
ejemplo magnesio y potasio), dándole al cuerpo todo lo que necesita para estar
bien.
Una dieta equilibrada también aporta la cantidad justa de calorias
(energía) para evitar el sobrepeso. Mucha gente piensa que una
dieta es la
mejor para controlar el peso. En general, una dieta baja en azúcar y sal es
mejor para la mayoría de la gente que la comida con grasas (como hamburguesas o kebabs).
Las personas con alergias o enfermedades, como los que sufren los intolerantes a la lactosa (no pueden tomar productos lácteos), celiacos(son
alérgicos al gluten que se encuentra en el trigo) o diabéticas (tienen un alto nivel de azúcar en la sangre)
necesitan una dieta especial.
Mucha gente sigue una dieta específica por motivos religiosos, por
ejemplo comen alimentos por ejemplo si son musulmanes
o si son judios que no
comen algunas cosas como la ternera, las cebollas o el cerdo. Mientras que los vegetarianos no comen ningún tipo de carne, los
vegetarianos más estrictos, llamados veganos, no
comen ningún producto que venga de los animales como la leche o la miel.
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